Madame Equis, una impactante y fornida castaña oscura, hija
de Book The band y Universitaria (One Moment), que movía la cola cuando corría
al igual que su madre, en rigor era un poco menos y que fue gran corredora
clásica y vencedora, en un clásico República de Chile, nada menos que de la
crack Texfina, y que nació en el Río Santa, tal como su madre y que fue la
engreída no sólo de su propietario Don Jorge Nicolini, sino de la afición, en
la que despertó emociones y aplausos.
SUS INICIOS
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Todo lo que hizo como 2 años fue muy bueno. Llegó
setiembre de 1997 y tuvo un debut para
el aplauso, ya que prácticamente se paseó con sus rivales. Montado por Edwin
Talaverano, dupla con la que obtuvo muchas victorias, corrió brillantemente y
rematando aún mejor, ganando por más de doce cuerpos a Pullman, marcando
1’12”4/5 para los 1200 metros, lo que la convertía en figura para el campo
clásico.
En efecto, el siguiente pasó de la crack del Capri, fueron
los 1400 metros del clásico “Roberto Alvarez Calderón Granados”. Existía la
expectativa de verla responder a la presión de una yegua como Ramsonforafantasy,
una americana hija de Red Ramson del Clan R, que tras su buen debut, derrotar en
una condicional a Domini, de manera
holgada.
Pues bien, la exigencia llegó y la hija de Book The Band fue
muy dura, porque la del Clan R, corrió en excelente forma y muy ligera, y ante
esto, respondió a plenitud, además de
venir corriendo segunda y sin las
facilidades de un planteo que pudiera haberla favorecido. La dominó a 150 y le
sacó tres cuerpos al momento de cruzar la raya, sacando su pasaporte a la “Copa
de Oro” a correrse en la segunda semana de diciembre.
CADA
VEZ MÁS IMPORTANTE
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Las “Copas de Oro”, iba a definir a la mejor potranca. Esta vez madame Equis enfrentaba a lo “mejor”
de la generación. Entre sus principales enemigas, figuraban Fayna, una lujosa hija de
Farallon que auroleada por su magnífico debut, fue a correr los 1300 metros de
la “Copa de Criadores” frente a los
potrillos y terminó venciendo a Liza Zola, Fakiano y Performer por más de un
cuerpo. Y Skinger, una Stack y Singer que había ganado a Mink Coat, señalando
1’19”3/5 para los1300 metros de su debut. Siempre montada por Talaverano, salió
adelante a ritmo demoledor, a tal punto de pasar los primeros 900 en 54”1/5 y
cuando se pensó que se podía cansar, no fue así. Fayna “pagaba caro” el hecho
de quererla seguir, ya que en derecho cedía y aparecía del fondo con mucho
fuerza Skinger, para adueñarse del segundo lugar, pero la negra del Capri, era
capaz de rematar airosamente, sacándole más de nueve cuerpos al llegar a la
meta.
En suma, Madame Equis no solo demostraba ser la mejor
potranca de 2 años al mantenerse invicta, sino, una gran corredora con letras
mayúsculas.
UN
NUEVO AÑO Y LAS CORONAS
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Así ingreso a la temporada 1998 y Madame Equis ganó de
entrada la edición femenina del “Selección de Padrillos” y sus 1500 metros,
hasta ese momento sin ninguna fisura en su rendimiento. Salían a enfrentarle un
lote reducido de potrancas, compuesta por Dominí, Sky Lark y La Limeña.
Aquella tarde la hija de Book The Band montada por
Talaverano, obtuvo un generoso y sólido despliegue de condiciones y produjo un
verdadero espectáculo. Madame Equis repetía su libreto de la “Copa de Oro” de
diciembre y demostraba que estaba para grandes cosas, derrotando de punta a
punta a Dominí a la cual sacó más de 16 cuerpos al llegar a la raya.
Convertida ya en la potranca sensación de la generación de
1998, Madame Equis salía como la gran favorita en el clásico “Miguel Fort Maggot”,
un mes antes de la Polla de Potrancas. Le salían al frente nombres interesantes
como los de Baclawa, la Out of Place del Temsa, que había ganado en su debut y
después había perdido ante Liza Zola en la recta del “Biógrafo”, aunque la
dieron posteriormente ganadora., Queen Ann una castaña de buen físico que le
había ganado claramente a Egoísta en menos de 1’28” y a parecía el nombre de
Sandra que exhibía un claro progreso, siendo la ganadora del “Estrellas” y
Frescota.
Otra vez, Madame Equis largó cómoda y marcando el ritmo
desde el primer salto, para derrotar finalmente a Queen Ann, delante de
Baclawa, Frescota y Sandra que completaba el marcador. Madame Equis era
contundente, pero se estaba complicando orgánicamente con el fuerte calor de la
época y empezó a no sudar.
Su recuperación llegó un poco antes de la Polla de Potrancas
en el mes de Abril, y con ello, la esperanza de que brinde todo su potencial en
la primera corona. Y se unían al grupo estelar Fergy, la hija de Privato, que
era ganadora de dos carreras, y que había realizado la mejor tendida, con la
seguridad, por su modalidad de correr, que correría fuerte para alcanzar la
punta desde el inicio.
Armenia y Saint Emilia eran otros dos nombres destacados,
que venían de una buena carrera. Y con ellas La Bisset, Spend One Nany, Dacya, Western Savage, Poem,
Galga. Y las ya
conocidas Skinger, Sandra, Queen An y Fayna.
Y desde que se dio la partida se pudo ver a una yegua
dominadora que fue capaz de correr brillantemente y de ganar sin ningún tipo de
problemas, pero obligada, como tenía que ser, a seguir un tren que se hizo muy
violento, que protagonizó Fergy que tuvo las “patas” para llegar a punta y para
sostener la presión de la hija de Universitaria, que a 800 de la meta, Madame
Equis con Edwin Talaverano, ya daban toda la certeza de su inminente triunfo,
distanciándose con ocho cuerpos de ventaja al momento de cruzar la meta,
dejando en el segundo lugar a Armenia, delante de Sandra, luego Fergy y Queen
An que completaba el marcador.
Madame Equis confirmaba ser una campeona y la esperanza de
ver una doble coronada. Pero sus problemas orgánicos seguían incrementándose, y
esto se dio a notar un mes más tarde con la disputa de los 2000 metros del
“Enrique Ayulo Pardo”, perdiendo la forma y con ella el invicto, cuando en una
carrera muy pobre, se vio superada por Skinger, que otras veces la había
superado sin dificultad.
HISTÓRICO
DERBY NACIONAL
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Llego la corrección en su entrenamiento, ya que Madame Equis
trabajaba fuerte, incluso con caballo al lado porque no era una potranca que se
entregaba a fondo y generalmente su final no era llamativo y cuando salió a
correr el Derby Nacional era la Madame Equis deseada.
Ya en ese entonces, la figura de un valiente tordillo, sumamente
corredor que había acaparado las
noticias de la prensa especializada. Grozny un hijo de Privato, que se mantenía
invicto tras cuatro salidas, y que había brindado un verdadero espectáculo
cuando se impuso en la “Polla” como en el “Ortiz de Zevallos”. Por todo esto, había
toda la seguridad que ambos campeones, iban a dar todo del sí y vaya si lo
hicieron.
En un sensacional Derby Nacional que estuvo plagado de
calidad, cuando en medio de una carrera impecablemente corrida, Grozny y Madame
Equis lo derrocharon a raudales y consiguieron el regreso victorioso y además
consagratorio, a tal punto que para pedir los méritos de ambos, lo más cabal y
justo hubiese sido que llegaran empatados, como Imperio y Daiquirí hace 68
años.
La carrera tuvo que ser, como tenía que ser. Con Lustro
buscando y obteniendo la punta y con una Madame Equis de sus grandes tardes y
no las castaña pesada de la segunda corona, que le pisaba los talones, pero que
inteligentemente corrida por Edwin Talaverano, no se metía en una lucha
suicida, sino que se quedaba segunda como tenía que ser.
Al comienzo Grozny quedó por momentos tercero, pero surgió
su compañero Palestino y David Cora lo aquietó y lo ubicó en el cuarto o quinto
lugar. Poco después y cuando cruzaron frente a la meta, se notaban claramente
no sólo las posiciones, sino, las decisiones de los jinetes. Edwin Talaverano
ya sabía que Madame Equis estaba para ser estrella y esperaba la subida, y
Christian Aragón ponía en “movimiento” a Palestino para ubicarlo tercero a
prudente distancia para intervenir en el momento que sea necesario.
La ocasión llegó poco después. El paso de la yegua, potente
y demoledor, hizo que Lustro se rindiera antes de los 1000 y obviamente quedó
al frente. Fue allí que empezó a definirse la gran carrera. Aragón lanzó a
Palestino y el hijo de Stash mostró que podía seguir y se fue a apremiar a la
yegua. Alfredo Clemente que se había colocado cuarta y quinta, impecablemente a
Skinger, apuró a su alazana, no encontrando respuesta y cuando eso sucedía,
David Cora le movió los brazos a Grozny y el tordillo se colocó con enorme
facilidad en el tercer lugar.
Al llegar a los últimos 900, pareció que el Derby 1998
estaba decidido, porque se pensó capaz equivocados, que Madame Equis ya “venía
jugada” y que no iba a poder soportar la atropellada del tordillo, pero eso no
sucedió. Tras un momento de cierta duda, cuando Talaverano se dio cuenta que
Palestino ya no era “nada”, tomó la decisión de escapar y así lo hizo.
Para algunos esa decisión pudo ser apurada, pero para otros
no. Esto sorprendió a Cora, que ya desde los 900 pensaba que era cuestión de
esperar el derecho, y se encontró con la puntera que se le escapaba y que lo
aparentemente fácil se convertía en un drama.
Entonces a partir de ese momento asistimos a la ganas de
Grozny de darle caza a la yegua, y a la extraordinaria categoría de la castaña
que no cedía, a tal punto que a 150 de la meta, muchos pensaron que Madame
Equis estaba a punto de alcanzar el milagro. Y fue justamente porque la yegua
se le escapó a un caballo parejo que de pronto se vio sorprendido.
Estos interminables 400 metros finales fueron “eternos” y
sensacionales porque eran dos grandes caballos que no querían perder ante un
público que los gritaban por los cuatros costados del hipódromo. Y como El Duce
en 1988, Río Pallanga en el Ortiz de 1955 cuando no podía dominar a Polly,
Grozny de puro porfiado conseguía el Derby, la triple corona, el invicto y la
consagración. Tercero remataba Palestino pero a 19 ½ cuerpos, luego Skinger a
26 ½ y el resto fuera de poste, lo que determinó la enorme diferencia que hubo
y que estuvimos frente a un evento que lo convirtió de primera calidad y un
final que se recordará por mucho tiempo.
Madame Equis había protagonizado una sensacional carrera y
había disipado la dudas que surgieron en torno a la segunda corona.
LESIÓN
Y RETORNO EN 1999
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Luego de esta carrera, la hija de Book The Band, tuvo que
ser operada de las rodillas y se abrió con ella de cómo podía retornar, ya en
1999, después de 7 meses.
Y Madame Equis lo hizo cuando ya estaba en puerta el Gran
Premio Latinoamericano de Jockey Clubs del 21 de Marzo, y que además se iba a
correr en Monterrico.
Y los 2000 metros del clásico “Leoncio Prado” , sirvieron
para ver un estupendo retorno y el desenvolvimiento de una brillante Madame
Equis, porque la hija de Universitaria hizo lo que tenía que hacer, que era
ganar, tras ir tercera tras los punteros Trovador y Pan de Azúcar, para a 600
del disco, comenzar a dominar y escaparse, para cruzar la sentencia con más de
seis cuerpos a su favor sobre Quickflit.
Para correr el Latino, Madame Equis tenía que ganar, porque
aparte de la victoria en sí, era la forma como lo podía conseguir y frente a un
lote que hay había sido superado por 5 ó 9 cuerpos por Sandra y Lustro en el
“Ciudad de Lima”, la primera prueba de clasificación para la gran carrera.
Madame Equis no sólo estaba en el Latino, y estaba para ser
la máxima estrella, porque sin duda era una excelente corredora.
UN
LATINO CON SABOR A GLORIA
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Quince días después, la pupila de Mario Morales, llegó como
la figura peruana al citado Latino. La delegación peruana estaba compuesta por
Sandra y Lustro, primera y segundo en el
clásico Ciudad de Lima del 17 de enero y que clasificó a ambos a la gran
carrera. Y Splitfire quien era el primer suplente, tras su triunfo en el “José
Soyer Nash” del 14 de Febrero sobre Matute.
La delegación Chilena estaba encabezada por Calafquen, un
parejísmo caballo que había llegado cuarto en “El Ensayo” tercero en el “St.
Leger” y cuarto en el Derby; y Pure Silk
el hijo del crack chileno Puro Toro que venía con el pergamino de haber ganado
la “Copa Jackson”, y segundo en el Derby. Completaban su delegación Negro de
Humo y Athenea.
Argentina traía una respetada delegación compuesta por
Coalsack, ganador del Carlos Pellegrini y Potrizaris, la ganadora del Gran
Premio Nacional. Uncommon y Koslanin .
No hubo sorpresas al comienzo del XIX Latinoamericano,
cuando Lustro salió a ser la punta, sumamente apurado por su jinete y cuando
Madame Equis y la argentina Potrizaris se colocaban en su persecución. Era la
favorita peruana y la gran alazana argentina las que no podían darse ventajas y
eso lo comprendieron tanto Edwin Talaverano como Rubén Laitán.
Entonces cuando llegaron los últimos 1200 metros, había que
mirar a Madame Equis y a Potrizaris que la empujaba para que la hija de
Universitaria se fuera sobre las posiciones del puntero. La velocidad, que fue
prudente al comienzo, estaba ya marcada en la subida y el parcial ya bajaba el
minuto en el primer kilómetro, que ya ubicaba a los protagonistas que iban a
pelear el triunfo.
En el codo final, las posibilidades de Madame Equis
comenzaron a subir, porque ya se comenzaba a notar la primera dificultad de
Potrizaris para seguir a los punteros, y porque Madame Equis se comenzaba a
acercar a Lustro y daba la impresión de estar aún entera. Y mientras eso
sucedíase prendían Calafquen y Sandra que también pretendían la gloria.
Era en esos momentos muy difícil de pensar que los del lote
de la retaguardia pudieran ser importantes en la recta final. Lo que vino
inmediatamente después, fue que Madame Equis comenzara a superar a Lustro, algo
que hizo sin demora, pero también llegaron Splitfire abriéndose camino entre
Madame Equis y Lustro a a la cual Talaverano la había llevado hacía la cuarta
línea, la misma Potrizaris guapeaba de lo lindo, y Sandra que iba con su paso
parejo a buscar a su hermana paterna.
Hubo un momento en la cual daba la impresión de que a Madame
Equis la ganaban, porque se le fueron acercando y aparentemente toda la
suficiencia con la cual había venido corriendo se le comenzaba a acabar, pero
fue allí, a 250 de la raya, cuando surgieron de la galera, la magia de Edwin
Talaverano, quien le cambió la huasca y obligo a su querida negra a que hiciera
el esfuerzo, y allí, con el cambio de mano, Madame Equis terminó el
Latinoamericano 1999, porque la negra salió impulsada como un resorte y se
separó, ya concluyentemente de SplitFire, y se fue victoriosa hasta la meta. Y
en los tramos finales fue Sandra la que le quitó el placé a el hijo de El Duce.
Capote peruano, y la negra del Capri, regresaba consagrada continentalmente y
logro de ser la primera yegua en imponerse en la historia de los “Latinos”.
EL
GRAN PREMIO HIPÓDROMO CHILE
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Poco después su stud tomó el reto de inscribirla en el Gran
Premio Hipódromo Chile de comienzos de Mayo, y allí en medio de una durísima carrera,
la negra probó que era en verdad grande ya que quedó batida dando batalla
después de superar inconvenientes , algunos imposibles de imaginar, como su
llegada a Santiago de Chile.
En efecto, Madame Equis y sus compañeros de viaje Splitfire
y Lustro, tuvieron que viajar primero a Montevideo, saliendo de Lima, para
luego desembarcar en Santiago.
Una temeridad que figurará en los anales de los viajes de
cargueros de caballos de carrera peruanos como algo muy difícil de igualar.
Sus compañeros llegaron penosamente fuera de poste, en
cambio Madame Equis con 10 kilos de menos, que se le aceleró
inconvenientemente, ya que la pupila del
Capri se puso en seguimiento de Lustro, pero no hizo lo del Latino, es decir,
seguirlo a medio cuerpo y esperar lo más posible el empuje de los chilenos,
sino que lo acosó sin darle respiro y lo terminó ahogando a tal punto que lo
hizo llegar penúltimo. Allí existió exceso de confianza de Edwin Talaverano
(casi nunca errado por lo gran jinete que es), además de un desconocimiento
trazado de la pista. En rigor Talaverano hizo todo lo contrario, que fue
apretar cuando debió de parar, que fue en la cuerva ya subida, y largar recién
en la bajada que era próxima a la recta final. Y cuando se esperaba que pudiera
tranquilizar las cosas, llegó Angelo Rivera muy claro en sus ideas y apuró de
inmediato a Calafquen y no la dejó respirar hasta los últimos 900 metros.
Talaverano se equivocó, como cualquiera pudo hacerlo.
A pesar de lo escrito, Madame Equis peleó hasta el final y cayó faltando 100
metros para la meta perdiendo un herraje en el trayecto de la competencia.
Llegó en el cuarto bolo tras los chilenos Españoleto que fue un sorpresivo
ganador, cuando alcanzó prácticamente en la meta a Calafquen, en tanto que
tercero remataba Byblos, en una llegada muy estrecha.
OTRA
VEZ EN LIMA
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El retorno de Madame Equis se produjo en los 2400 metros del
tradicional clásico Independencia y con las tribunas llenas de Monterrico luego
que tuvo que sacar su clase y correr en 2’31”4 para poder superar a Black
Coffey.
Llegó en octubre su caída ante la gran Batuka, la juvenil
hija Bates Motel, triple coronada de su
generación y estupenda yegua, en los 2400 metros del clásico Jockey Club del
Perú. Madame Equis, que llevó la monta por primera vez en su campaña de Robert
Paz, llegaba en el tercer lugar en una mala carrera, pero a fines de noviembre
llegó su estupendo triunfo sobre St.
Cloud, en los 2400 metros del clásico
“Asociación de Criadores de Caballos de Carrera del Perú”, donde nuevamente fue
campeona y capaz de estar en los 2’30”, esta vez bajo la batuta de Christian
Aragón, realizando su última actuación en las pistas.
Vale la pena, pensamos, recordar a la que fue una verdadera
crack, que tuvo una campaña de campeona y de que se convirtió cada vez que
corría, en un verdadero ídolo de la afición, que lloró sus derrotas, pero que
la aplaudieron a rabiar, cada vez que cruzaba victoriosa el disco. Si señores,
esa fue la “negra” Madame Equis, una de las grandes de nuestro turf.
*Fotos 8, 9 y 10: Julio Villanueva.
*Fotos 8, 9 y 10: Julio Villanueva.
LA
CAMPAÑA
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EL
PEDIGREE
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EL
VÍDEO
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La copilación de sus mejores victorias: