Entre los muchos notables campeones que desfilaron por los
hipódromos limeños, aparecieron en San Felipe dos corredores extraordinarios
que marcaron una etapa brillante en la historia de nuestros grandes clásicos,
protagonizando una rivalidad que todavía recuerdan muchos o escuchamos en el
caso del que escribe estas líneas. Postín y A. G. Lucho ó A. G. Lucho y Postín,
porque creo que nunca se aclaró cuál fue el mejor de las pistas, marcan el
punto de partida de una etapa por demás brillante en que grandes campeones
dieron incomparable emoción a los eventos de nuestro turf. Es cierto que antes
de ellos, el nacional Leonard, Rebelde y Pin Pin fueron elementos de primera
categoría, pero ellos quedaron opacados por la actuación sensacional de los dos caballos que motivan esta pequeña
crónica.
Fatalmente los duelos
entre ambos, no duraron mucho, puesto que A.G. Lucho, animal muy delicado y de
training difícil duró poco en las pistas y apenas disputó 7 carreras, mientras que
Postín duro 4 temporadas, llegando a disputar 34 carreras y reinando como astro
indiscutible desde que desapareció su rival y cediendo el cetro a los 6 años,
cuando por la extensión de sus brazadas, se “Alcanzaba “continuamente causándose
una herida por demás dolorosa, que le impedía desarrollar su acción. Luego en
el haras, Postín se convirtió en el padrillo cumbre del elevage peruano,
mientras A.G. Lucho, siendo un excelente semental, no llegó a la altura de su
rival. Pero sería materia de otra crónica, ya que en esta sólo podemos recordar
los encuentros entre los 2 campeones, que tuvieron como teatro, el desaparecido
hipódromo de San Felipe.
A.G. Lucho, ex Buby Bey, era hijo de Rustom Pashá en Bimba
por Congreve. Nacido en Chapadmalal, representante de la línea directa de de
Bayardo-Dark Ronald-Son-In-Law, y familia número 7 en una rama de grandes
capeones triunfadores en Argentina, Chile, Uruguay y Brasil. Importado por el
Jockey Club de Lima, fue adquirido en subasta pública por los señores Aníbal Pérez,
Gilberto Morey y Luis A. Suárez, lo que dio origen a su nombre, defendiendo los
colores del Pepe Lucho.
Postín, ex Huacarí, era hijo de Hunter´s Moon en Quinta por
Codihué, siendo el único hijo de ésta. Nacido en el haras El Pelado,
representaba línea materna de Matchem en una de sus dos más brillantes ramas, y
la familia 9, en una tribu igualmente notable en los principales países de
América del Sur. Fue adquirido en el Tattersal de Palermo para los señores
Santiago y Carlos Acuña Rey, defendiendo las sedas del stud Pasamayo.
A.G. Lucho inició como crack desde su debut, mientras que
Postín tenía altibajos en su campaña y sólo en noviembre pudo lucir su alta
clase. He aquí el resumen de sus campañas hasta su primer encuentro en el
clásico América en agosto de 1943.
Postín fue el primero en debutar, en el mes de Abril,
saliendo de perdedores en 48’1/5 para los 800 metros y derrotando a La Perla,
La Vendimia y Mister V, fácilmente. Pero en su segunda presentación fue batido
por Kastoria en los 1000 metros del clásico El Estreno.
En el “Selección” sufre una nueva y desilusionante derrota,
pues apenas pudo entrar quinto de Dakenol, Gavilán y P. Clipper, adelantando a
Microbio, Mister V. y Churchill. Pronto se rehabilitó al ganar el clásico
Atahualpa en 1’37”3/5, gran marca, pero ante rivales modestos.
En sus primeras presentaciones estuvo a cargo de Francisco
Irigoyen y en su último triunfo lo llevó el gran Alfonso Carbonell.
Mientras A.G. Lucho debutaba en Junio ganando en las
distancia de 1100 metros en 1’5”1/5 al batir a Balsámico, Hamina, Claudina,
Brujo y Huidora, con la monta de Remigio Morales. Luego con Juan Luis Díaz que
fue su piloto siempre, ganó en un hándicap de 1400 metros en 1’25”2/5, batiendo
a los mayores Ceuta, Bristol LL, su cotáneo Churchill y los veteranos Pelustre,
Flavius y Fulminante.
En agosto tocaba el turno al clásico América que sobre 1700
metros era una especie de Polla de Potrillos para los importados. Y por primera
vez se miden, A.G. Lucho puntea, deja pasar a Dakenol y luego recupera el
comando para entrar al derecho enprimer término. Surge entonces Postín con
arrollador empuje y ambos campeones se traban en lucha, saliendo triunfante el
hijo de Rustom Pashá por medio cuerpo en 1’43”3/5, sólo a 3/5 del récord de la
distancia. Más atrás Dakenol, Gavilán, Churchill, Mister V. y Valor. Ambos
potrillos habían demostrado extraordinarias condiciones.
Un nuevo encuentro fue en octubre, con motivo del el clásico
“El Cotejo” sobre 1800 metros. Esta vez participaba la mejor potranca Huidoras,
tras buenas victorias , el buen Trece y el crack de los juveniles chilenos
Caupulicán. En la partida A.G. Lucho se echaba al interior, estorbando a Dakenol
y Postín,y los dos rivales quedan penúltimo, A.G. Lucho y último Postín.
Huidora trataba de desprenderse, pero en la recta del frente Díaz lanza a A.G.
Lucho que en forma decisiva pasaba al comando de la carrera. Lo imita Juan de
Dios Molina en Postín y en el derecho fue un duelo singular que se define sobre
la raya con un pescuezo de ventaja sobre el invicto. El tiempo 1’50” era
también de primer orden.
No podía hablarse de superioridad con tan estrechos
resultados y así lo destacaba la crítica de la época. Y vino el clásico Jockey
Club de Buenos Aires, sobre 1700 metros, que significó para Postín la sonada
revancha. Otra vez punteó Huidora, pero esta vez fue Alfonso Carbonell quien
lanzó a Postín en la recta del frente, repitiendo la maniobra de Díaz en el
Cotejo y el hijo de Hunters Moon se disparó en el comando. Cuando sorprendió
Díaz, largando a su dirigido, ya era tarde y tuvo que conformarse con escoltar
a Postín a 1 ¼ cuerpo, en tanto Huidora y Regio los escoltaban a prudente
distancia. Postín marcaba récord en la distancia 1’42”2/5, ratificando la
calidad de estos campeones.
Si la prueba hubiera sido de mayor distancia, podía
suponerse en Postín mayores condiciones para los tiros de aliento, pero cobró
la revancha en la misma distancia en que había sido batido por su rival,
mejorando la marca del clásico América.
En 1944 fue otra vez Postín, más sano que su rival, el
primero en reaparecer. Abrumó al crack
de mayor edad, ganándolos en los 2000 metros del Alfredo Benavides, delante de
Buenaventura, El Porro, Lírico y Previsión, y en los 2500 metros del clásico La
Copa en que venció a Frensí, Buenaventura, Pin Pin el crack de 1943, El Trece,
El Porro y Previsión, marcando 2’34”1/5 en récord para la distancia.. En ambas
oportunidades lo dirigió Carbonell, con quien se entendían a la perfección.
Pero no participó en el Independencia en que marcó su reaparición A.G. Lucho,
batiendo en gran estilo a Pin Pin, Huidora y Frenesí en 2’20”2/5 para los 2400
metros con entera facilidad. Vencedores ambos de Pin Pin, entre ellos debía
definirse el crack de las pistas.
El anhelado encuentro llegó con motivo del tradicional
clásico Comercio sobre 2700 metros. Ambos a pesos iguales (59 kgs.),
dispensando ventajas a Huidora (52); Regio. Pin Pin y Frenesí. Pero mientras
Carbonell esperaba la disparada de A.G. Lucho para no dejarlo puntear y J.L.
Díaz observaba la maniobra de su rival, Humberto Herrera con Huidora tomó el
comando y graduando el tren de la carrera con su reconocida habilidad, sacó
ventajas decisivas.
Fue en vano que Postín, adelantando a A.G. Lucho, cargara
con ímpetu sobre su hermana paterna, ya que Huidora cruzaba el disco con media
cabeza a su favor sobre el pupilo del Pasamayo. Tercero A.G.Lucho a 2 cuerpos,
delante de los rivales que ya hemos mencionado.
Quedaban pues, los rivales, dos a dos. Pero Caferino
Gonzales preparador de A.G.Lucho, mencionó después de la carrera, que los
delicados delanteros del potrillo no le permitían ajustarlo debidamente, pero
que quería intentar una nueva revancha en el Presidente de la República, sometiendo
al hijo de Rustom Pashá a un entrenamiento riguroso.
Los resultados justificaron la opinión del tan enterado
preparador, porque se sintió días antes de la prueba y no pudo correr más.
Libre de su rival Postín mantuvo brillantemente el cetro ganando todas sus
siguientes presentaciones del año: los clásicos Presidente de la República;
Jockey Club de Lima y Comparación. En ese último se midió con el crack de los 3
años Hospodar y lo ganó por varios cuerpos, pero fue distanciado porque al
pasarlo como poste, en la recta del frente, Carbonell cerró al potrillo cuyo
jockey Manuel Torres tuvo que levantar. El resto de 1944 Postín, sin A.G. Lucho
llegó siempre primero a la raya.