
Hubo en esa época, hasta dobles Coronados, como la famosa yegua Miss Ketty. Ella ganó las ediciones de 1917 y 1918. El caballo argentino El Veronés dobleteó en el 23 y 42 y Colbert llegó a ganarlo en el 36 y en el 38. En el 36, la tradicional prueba fue ganada El Diablo.
Y ya en el hipódromo de San Felipe, hubo hasta triple vencedores consecutivos, lo que marcó una verdadera hazaña ya que no ha podido repetirse ese triplete. Ese fue Octaviano, vencedor de la prueba en los años 40, 41 y 42.
El siguiente triple coronado fue nada menos que el recordado alazán Pildorín, hijo de Hijo Mío y Clare, defensor de las sedas del stud Los Pirineos, que alcanzó a ganar en el 45 y el que luego lo hizo en el 47 y 48.
En el intermedio, o sea en 1946, el vencedor resultó Aclare sobre Despiadado.

LOS TRIUNFOS DE PILDORÍN
En 1945, Pildorín le ganó por media cabeza nada más que a Despiadado en 57”2/5, corriendo a pesos iguales.
En 1947, superó a Cocinerita, Aclare y Mi Negro en 57”4/5 y al otro año estuvo frente a otro crack, al cual logró dramáticamente doblegar. Ese fue Harvest Moon.
¿Qué estaba pasando?, lo que sucede cuando un campeón en la distancia, “baja” a los terrenos del especialista.Despiadado había terminado la temporada del 44, que en aquella época se prolongaba a Enero del 45, después venía un receso del verano, ganando varias carreras seguidas, y tras el descanso, reapareció el 8 a Abril en el “Velocidad” y Pildorín no lo perdonó.

A Despiadado le pasó exactamente lo mismo al año siguiente, cuando reapareció en este clásico y Aclare lo ganó tras un inapelable punta a punta.
Y en 1948, cuando Harvest Moon volvía tras su excelente campaña en el 47, Pildorín le tomó la punta y lo terminó controlando solamente por cabeza.
LOS AÑOS CINCUENTAS
La primera versión de impacto que tuvo en esa década el clásico “Velocidad”, cuando Very Wild, un potrillo de tres años chileno hijo de Veninity, alcanzó la victoria, cargando 48 kilos y la monta de Javier Canessa en 1953.
Lo de Very Wild fue hazaña. Había debutado el primero de marzo del 53, ganando por 10 cuerpos, y marcando 52”1/5 para los 900 metros, con 58 kilos y la monta de Antón Vásquez. Su siguiente actuación fue el 19 de abril, cuando aún tenía dos años como se comprenderá, y fue nada menos que en los 1000 metros de esta gran carrera.
Claro está Very Wild salió handicapeado con 48 kilos y enfrentó a un lote de buenos caballos, que no tenían la excelencia de los grandes velocistas que hemos hecho mención.
Pero igual, fue una hazaña que ganara por tres cuerpos y medio y que señalara 58”1/5.

Casmeña, una valiente hija de A.G. Lucho venció en el 54 y luego triunfaron las argentinas Maribel y Beverly.
Esta última, mostró otra vez la valía de las especialidades de la corta, cuando dejó atrás y con claridad nada menos que a Polly, la excelente hija de Postín del Pasamayo.
Beberly llevada por Alfonso Carbonell, este en su mejor momento, salió disparada de la gatera, mientras que Polly quedaba fuera de sus alcances, pese a que recibía kilos de la pupila del “Antonio Chopitea” y por ello, no fue conducida por Guajardo, sino por Julio Saldaña.
Y luego, Beberly se mantuvo firme y terminó batiendo el récord de la distancia con 57”1/5.
Había una curva que recorrer en esos años, porque los 1000 eran con codo y no de recta como es el caso de Monterrico.
LYDIA EN LOS DOS HIPÓDROMOS
Después de Beberly, hubo otra distinguida vencedora de la gran carrera. Ella fue Lydia, una hija de Leading Light del stud San Esteban, que salió disparada de la gatera y que como Beberly, era muy difícil de derrotar, porque muy cerca tenían la curva y tras el ligero descanso, tenían “fuelle” para rematar airosamente.
Entonces, esa femenina y espigada Lydia se ganó el “Velocidad” del 60 nada menos que señalando 56”2/5, nuevo y gran récord dicho sea de paso, para San Felipe, sobre el argentino Craso, Light, Bellson, Zodiac, etc. Y fue conducida por el “flaco” Atala.

Fatalmente Lydia fue perdiendo nivel tras esa carrera y cuando llegó la recta internacional del 29 de junio, estaba en franca baja y no pudo oponerse a la argentina Enea y al uruguayo Epsom Park que se quedaron con los dos primeros lugares.
LOS VELOCISTAS DE LOS SESENTAS
La velocidad peruana cuando llegaron los durísimos enfrentamientos internacionales con los mejores caballos sudamericanos, fue la primera en “sacar la cara” porque surgieron a partir del 63, muy buenos caballos de la corta.

Justamente, Grass Coeur ganó en 1964, y Dardanus lo hizo un año más tarde, cuando fue poco meses después , vencedor del Gran Premio Internacional América, precisamente, sobre Grass Coeur, tras un duelo que duró todo los 1000 metros de la competencia.
En el 66 surgió una alazana hermana entera suya, llamada Bloody Mary, la cual fue la ganadora del “Velocidad” de aquel año y la que lo terminó escoltando en el internacional, cuando ambos se le opusieron al argentino Rubencito que llegó tercero encima.
Bloody Mary y Dardanus, eran hijos de Datour y Luminous, esta una gran ligera que perteneció al stud Génova, nacidos y criados en el desaparecido haras Jesús del Valle.
Este Aristeo, defensor del stud Pacífico, había ganado dramáticamente la edición internacional del “América” de 1967, con la monta de Antonio Marchessini, sobre Figurín, Defensora y Darico, que esa tarde cumplió unas de sus actuaciones más opacas de su gran campaña, pese a que llegó a un cuerpo del ganador.

Y entre Darico y Aristeo, hubo un vencedor que no tuvo la misma capacidad corredora, pero que fue noticia por su permanencia en las pistas y por los triunfos que consiguió. Ese fue nada menos que Sultán Junior, un argentino hijo de Singapur y Marimonia, que terminó corriendo 204 carreras, ganando 33, con 32 segundos, 38 terceros, 27 cuartos y 14 quintos lugares, cuando cumplió 10 años de edad, como lo tocamos en una crónica en esta misma página.
EL FÜHRER Y LOS SETENTAS
El turf peruano estaba ingresando a una época que corroboró los excelentes resultados de sus velocistas de los “sesenta”, pero que además los siguió logrando en grado sumo.

El Führer ganó el “Velocidad” quince días antes que conquistara la milla del clásico “Junta Ejecutora de la Ley 10345” un sábado por la noche, y la recta del clásico “América” un domingo por la tarde. O sea, cuando habían transcurrido apenas 18 horas.

En el 73 y 74, ya reinaba Flor de Loto, pero la gran y estupenda hija de Troika, no corrió ninguna de esas dos ediciones. La edición de 1973 fue dominada por el valiente Singular que dejaba atrás a Satanás que resultó gran rival, mientras que un año más tarde Fenelón fue el ganador.

Lógicamente, Flor de Loto dominó el 75 y el 76, y en el 77 ganó la rubia Alemana, gran corredora de la corta, como en el medio fondo.

LOS GRANDES DE LOS OCHENTAS


En el 85 ganó otro First Tudor, lleno de clase y velocidad como Fulgor, y al año siguiente, el “Velocidad”, marcó el inicio al estrellato de una yegua, también ganadora internacional, en Sao Paulo nada menos, como Fau Astrid, la cual postergó por cabeza a King Arthur.
Y luego llegó el gran Stratos, otro estupendo especialista de la corta y dominó sin problemas la edición de 1987. Old Mario postergó con lo justo al entonces juvenil Quinké de Rosas, que quería imitar la hazaña de Pidna. Y a finales de la década, otro grande de la velocidad como el “gigante” Chono, derrotaba por tres largos, precisamente a Stratos, este en el último año de su campaña.
LOS ESPECIALISTAS DE LOS NOVENTAS

Sukhoi fue hijo de la última camada de Surrender At Sea, gran reproductor que desapareció de manera prematura en nuestro país. Y por fin en el 91, se hizo justicia y Quinké de Rosas, recuperaba el título del mejor de la velocidad, derrotando en un vibrante y espectacular final a Almazán, quien fue el crack indiscutido de la distancia durante 1990 y caía con todos los honores.
En 1995 el “Velocidad” tuvo como protagonista a otra gran campeona como Tolentosa, que había ganado la recta del “América” un año antes, y superó desde el inicio un duro escollo que podía significar actuar dentro de un numeroso lote de especialistas que fueron 20. Hija de The Minster y de la campeona Doña Lily, derrotó por más de un cuerpo a Nocheto, en gran tiempo 56”3/5, manteniéndose invicta.
LOS 2000

En el 2002, otro hijo de The Misnter se hacía presente en la historia del “Velocidad”. Tango, dando una gran sorpresa le ganaba al lote estelar de los velocistas, derrotando por más de un largo a Dexter y pasaba de un “plumazo” a convertirse en el mejor velocista de Monterrico.



El 2010 fue para el norteamericano Ole Pegasus, que confirmaba lo hecho durante el 2009 y derrotaba sin problemas a Gran Rebelde, luciendo los colores del Fair Light. Latvia se consagró como la mejor en el 2011, dándole el primer clásico “Velocidad” al stud Doña Licha. El 2012 fue para otro gran corredor de la corta como Gran Rebelde, quien en una recordada edición del “Velocidad”, derrotó con finales de dramatismo a Alado. Nishme, se convirtió en una campeona de la corta al derrotar sin problema alguno a Good Shine en la edición del 2013.

CLÁSICO "VELOCIDAD" 1967, DARICÓ