Hablar de Aristeo, es trasladarse a fines de los años sesenta, cuando el rubio y cariblanca hijo de Arnold y Denise integró una primera plana espectacular por lo brillante, de velocistas nacionales.
Cuando escribimos la crónica de Dardanus, señalamos que el pupilo del HJV, fue el primer caballo peruano que quebró una hegemonía que se hacía visible de los caballos argentinos y también chilenos en las pruebas internacionales que desde 1961 se organizaron en Monterrico.
Pero no fue solamente Dardanus, ni su hermana entera Bloody Mary, sino Darico, y Gillete, y también Figurín y Defensora, los cuales mostraron nivel no solo importante en casa, sino en cotejos internacionales. Gillete por ejemplo, fue segundo en Argentina en 1969, vencido estrechamente por pescuezo, por el inmenso tordillo argentino Juan Pueblo.
Pero no fue solamente Dardanus, ni su hermana entera Bloody Mary, sino Darico, y Gillete, y también Figurín y Defensora, los cuales mostraron nivel no solo importante en casa, sino en cotejos internacionales. Gillete por ejemplo, fue segundo en Argentina en 1969, vencido estrechamente por pescuezo, por el inmenso tordillo argentino Juan Pueblo.
Este Aristeo que crió Sergio Isola en el haras Santa Clara, y que defendió los colores del stud Pacífico, hizo su campaña de tres años sin ser dedicado en exclusividad a la velocidad, a diferencia de Dardanus, Darico y el mismo Gillete (que salvo la tarde del Ortiz de Zevallos cuando fue a perseguir a Trastevere para ayudar a Cosmopolita), que si quedaron casi en exclusividad a la corta.
La razón fue muy simple, Aristeo estuvo metido con los mejores y tuvo destacadas figuraciones en la Polla y en el Ortiz de Zevallos. En la primera corona estuvo a punto de derrotar a Djalma y en los 2000, perdió ante muy poco por Fusión.
Ya los 2400 le comenzaron a venir mal y tras fallar en el Derby, ingresó en 1966 a la velocidad. Pero se estrelló no solo con nombres que eran importantes, sino muy difíciles de ganar, y le costó trabajo afirmarse. Fue así que llego tercero en el “Velocidad”, sexto en el internacional de Dardanus y Bloody Mary, cuarto de Darico y vencedor a fin de año de Antojo, en el “Ejército Peruano”.
Luego llegó el “Jockey Club de Montevideo”, cuando fue tercero de Darico y Figurín en momentos en que Darico se afirmaba como la carta máxima de la velocidad peruana, y cuando los progresos de Figurín lo llevaban también a la cumbre.
SU VICTORIA CON MARCHESSINI
Darico, que como todos ustedes comprenderán, era el gran favorito y gran carta peruana de la carrera, largó por fuera de todos y le tomó mucho trabajo llegar a la mitad de la pista para marchar al lado de Fugurín, Aristeo y la misma Defensora, y cuando se trató de definir, ya no tuvo el empuje de sus mejores tardes y la punta quedó igualada.
Aristeo luchó como un león y terminó ganando. Poco después el alazán que alistaba Don Alejandro Lacién (Lo preparó en su etapa final Abraham Rengifo) fue vencido estrechamente por Figurín en el “Ejército Peruano”, derrotando ambos a Darico.